Pocos compositores
han conseguido exaltar tanto la imaginación de los melómanos como Wolfgang
Amadeus Mozart, que nació en Salzburgo en 1756 y falleció, prematuramente, en
Viena en 1791: porque fue el niño prodigio más famoso de la historia, porque
padeció como pocos artistas la tiranía de sus patrones y porque, quién lo
creyera, cuando alcanzó la cima de su genio fue totalmente incomprendido por
sus contemporáneos, salvo una excepción: su colega y también genio, Franz Joseph
Haydn.
Emilio Sanmiguel en la primera charla
abordó dos facetas de su vida: en primer lugar los años cuando recorrió
Europa en su condición de «niño prodigio»
y la época de auténtica esclavitud cuando sirvió al príncipe arzobispo de
Salzburgo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario