lunes, 3 de diciembre de 2012

LANZAMIENTO. MARTES 4 DE DICIEMBRE 3 P.M.


Con gusto les invitamos a participar en el evento de lanzamiento del video juego 3D TRACE EFFECTS. Será de enorme interés y utilidad para todas las entidades que enseñan inglés y para las bibliotecas de la ciudad.   En Bucaramanga lo estaremos lanzando a las 3:00 p.m. en el Auditorio del  Centro Colombo Americano y contaremos con traductores simultáneos.  El cupo es limitado, así que les rogamos confirmar asistencia al 634 33 00 Ext.  3  (Biblioteca). 

miércoles, 17 de octubre de 2012

CHARLA SOBRE EL PROCESO DE ELECCIONES EN LOS EE.UU




Evento organizado por la embajada de Estados Unidos en Colombia para periodistas de la ciudad de Bucaramanga en las instalaciones del Centro Colombo Americano.

viernes, 12 de octubre de 2012

EDGAR NEGRET UNA VIDA LLENA DE OBRAS



El maestro payanés es considerado uno de los artistas plásticos más importantes de América Latina.
Desde que ingresó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes en Cali y se especializó en escultura, su camino estuvo lleno de reconocimientos. Fue en el Palacio de Bellas Artes de la capital del Valle en donde presentó su primera exposición individual (1943). Lo que vino después fue todo lo que se podía esperar de un maestro.
En 1949 se fue del país para perfeccionar sus estudios en Nueva York. Allí aprendió el ensamblaje de metales y realizó en láminas metálicas y alambre obras abstractas como ‘El Nido’, ‘Arlequín’ y ‘Vaso con flor’. En su camino vivió en Estados Unidos y Europa, donde hizo parte de las muestras más destacadas de artes plásticas. En 1961 fue incluido en la importante exposición ‘Goemetrics and Hard-Edge. New Classicism’, que organiza en el Museum of Modern Art de Nueva York.
Su obra se caracteriza por el uso del aluminio y de los elementos geométricos. En 1975 obtuvo la beca de la John Simon Guggenheim Foundation. En 1983 se publicó su monografía “Negret. Uno, dos y tres. Nada que ocultar”, con textos de Daniel Samper Pizano y Juan Acha, y fotografía de Jesse Fernández. Dos años después, en Popayán fundó la Casa Museo Negret, acondicionando como espacio expositivo su casa familiar.
Después de muchos años de ausencia, el maestro volvió a Colombia. En el 2009 realizó una muestra en la Galería Mundo de Bogotá, tras haber ganado el primer premio en Escultura con ‘Vigilante celeste’ y de obtener por segunda vez el primer premio en el XIX Salón Nacional.
En el marco del 90 aniversario de su nacimiento (2010) fue galardonado por el Gobierno Nacional de Colombia con la Gran Orden Ministerio de Cultura. Fue galardonado también con la orden del Congreso de la República de Colombia en Grado de Oficial y el Salón de Protocolo de la Presidencia de esa corporación lleva su nombre.
En Bogotá, dos de las obras más destacadas son ‘La cascada’, ubicada en el parque El Virrey, y ‘Dinamismo’, en frente de la sede principal de Procuraduría en Bogotá.
Con información de Casa Museo Negret.

Tomado de:


BERNARDO HOYOS. 1934-2012



Bernardo Hoyos
Bernardo Hoyos, nació en el municipio antioqueño de Santa Rosa de Osos en 1934, se desempeñó como director cultural de RTI Televisión entre 1981 y 1991, y fue asesor cultural de la Cadena Caracol durante 9 años. A lo largo de su carrera ha sido colaborador de distintos medios nacionales y extranjeros, entre los que se cuentan, el Servicio Latinoamericano de la BBC de Londres, El Tiempo, y las Revistas Diners y Credencial. Actualmente, su labor de director de la emisora HJUT la combina con la presentación del espacio Cine Arte del Canal Caracol.
El trabajo cultural de este periodista, le ha merecido diversos reconocimientos en Colombia y en exterior como, cuatro Premios Simón Bolívar por su labor en radio y televisión, y las condecoraciones otorgadas por gobiernos y organizaciones de Bélgica, la República de Austria, Francia, Gran Bretaña y, más recientemente, la que le otorgó el gobierno de España en el 2004. Actualmente es el director de la emisora 106.9 HJUT
Tomado de:


jueves, 11 de octubre de 2012

EXPOSICIÓN WARHOLISA.GUSTAVO SORZANO



COMUNICADO DE PRENSA. EXPOSICIÓN WARHOLISA



El Centro Colombo Americano de Bucaramanga, en sus 55 años de labor continua por la educación y la cultura, se complace en invitar a la inauguración de la exposición “Warholisa”  del maestro Gustavo Sorzano, el próximo 18 de octubre a las 7:00 P.M. en su sala de arte.

El curador de la exposición y Crítico de Arte, Gabriel Hernández, se refiere a esta obra de la siguiente manera: 
Para esta exposición Gustavo Sorzano ha querido compartir su obra a través del evento de participación “Proyecto momentum 2012”, en el que cada asistente e invitado podrá intervenir su “Warholisa” en blanco, que se le entregará en la galería, y exponerla en la sala de arte del Centro Colombo Americano de Bucaramanga junto con las de él. El plazo para participar iniciará el 18 de octubre y finalizará el 31 de octubre. Las obras concursarán por diferentes premios y los ganadores se darán a conocer el 27 de noviembre del presente año. Quien quiera participar puede descargar su “warholisa” en www.warholisa.com o en Facebook/warholisa
  
Curriculum Vitae 
Gustavo Sorzano (Bucaramanga, 1944) B.F.A. College of Architecture, Cornell University, 1969, N.Y. USA. Artista integral con reconocidos premios en los campos de la arquitectura, el diseño y la publicidad. Entre su producción artística se destacan eventos de participación promovidos desde finales de los años sesenta, cuando dirigió los grupos multidisciplinares Musika Viva Ensemble en su universidad y Musika Viva en Bogotá, por lo cual se le puede considerar uno de los pioneros del arte conceptual en Colombia y experimentador nato. Docente catedrático de la Universidad Javeriana y de la Tadeo Lozano en Bogotá, donde rompió paradigmas en cuanto al arte y la arquitectura, buscando siempre la implementación de nuevas ideas en el ejercicio pedagógico. En esta misma dirección escribió el libro “Lógica de/mente”, y realizó el programa piloto para televisión  “¿Por qué no se me ocurrió a mí?”.
Su obra artística ha sido expuesta a nivel individual y colectivo, tanto en Colombia como en el exterior. Su trabajo se encuentra al margen de la comercialización dado que siempre ha privilegiado el concepto de “participación del público” aspirando que su obra pueda llegar a todos sin distinción. Actual director de Instituto de Desarrollo Creativo, IDC e Innovadores de América, con lo cual gestiona el apoyo necesario para el desarrollo de iniciativas benéficas para la región. Por último, es de resaltar su interés permanente en las posibilidades que brindan los medios tecnológicos, lo que ha sido una constante que hoy se aprecia en la producción e impresión digital tanto de Digikones como Warholisas expuestas en esta muestra. María Mercedes Herrera. PhD. Investigadora del arte conceptual en Colombia.

Programa exposición “Warholisa”
Fecha: 18 de octubre al 30 de noviembre de 2012.
Inauguración: Jueves 18 de octubre de 2012.
Hora: 7:00 P.M.
Lugar: Sala de Arte Centro Colombo Americano de Bucaramanga.

Programa Evento de participación “Proyecto momentum 2012”
Fecha para entregar su “Warholisa”: 18 de octubre – 31 de octubre
Lugar: Sala de Arte Centro Colombo Americano de Bucaramanga.

Premiación
Fecha: 27 de noviembre de 2012.
Hora: 6:00 P.M.
Lugar: Plazoleta del Centro Colombo Americano de Bucaramanga.
  
Agradecemos la divulgación y promoción.
Servicio de parqueadero Calle 39 N° 21 -43

  

PRÓXIMO ENCUENTRO MIÉRCOLES 13 DE FEBRERO DE 2013

Catalina
Catalina, la segunda novela de Elisa Mújica es una 
orquestación delicada de unas cien escenas o memorias 
que juntas –y no en orden cronológico sino asociativo– 
componen la explicación que se pide al principio, cuando 
la joven narradora dice:
El día en que me enteré a la vez de la muerte de Samuel 
y de la de Giorgio, pude llorar delante de todos, porque 
Samuel era mi marido… Yo lloraba no sólo por Samuel 
y no sólo por Giorgio. Tampoco lo hacía  únicamente 
por el horror de saber que había contribuido a esas 
muertes. Lloraba también por una muchacha borrosa y 
desprevenida que antes había conocido (13).

El logro extraordinario de esta novela es que Mújica 
consigue simultáneamente mantener la narración en la 
voz de la joven Catalina, que entiende muy poco de su 
propia situación, y a la vez dejar que el lector vislumbre 
mucho más de lo que percibe la protagonista...

Tomado de:
http://cultural.uis.edu.co/files/elisa%20mujica.pdf


OCTAVA TERTULIA LITERARIA DEL COLOMBO. MIÉRCOLES 10 DE SEPTIEMBRE





lunes, 8 de octubre de 2012

EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA. POR: SARA INÉS GÓMEZ


El Coronel no tiene quien le escriba
Gabriel García Márquez

Cuando empecé a leer la novela me llamó mucho la atención que el Coronel asiste a un entierro y se pone el mismo vestido que usó cuando su boda, haciendo una conexión entre matrimonio y entierro.
Fue sorpresivo para mí que ni el pueblo, ni los personajes principales tienen nombre propio: el coronel, su mujer, el médico, el administrador de correos. Los otros si lo tienen como son el padre Ángel, don Sabas, Alvaro.
Sentí pena del Coronel y su esposa por todas las  penurias de su vida tan miserable, por la soledad a que están sometidos, en donde la dignidad del Coronel siempre se mantenía y era incapaz de dejar  ver la miseria tan grande en que estaban viviendo.  Mientras el Coronel  guardaba aún esperanzas de que la situación mejorara (con la llegada de la pensión, o ganando la pelea del gallo que heredaron del hijo asesinado), su mujer era mucho más realista y lo impulsaba  para que fuera menos iluso. El Coronel es el ejemplo del temple y la buena cara ante las durísimas situaciones de la vida, pero como todo tiene un límite al final ya no aguanta más.EL CORONE
La dura situación de un régimen dictatorial en donde la censura está a la orden del dia  y esto hace que surja la clandestinidad. Me pareció simpático que la censura de las películas se anunciara con  las campanas de la iglesia.
El ritual de ir los viernes a donde llegaba la lancha con el correo para esperar  la famosa carta anunciándole su pensión de veterano de la guerra  y la única esperanza que lo mantenía vivo me llevó a conectarme con la idea de que una persona puede vivir unos días sin comida, unos minutos sin respirar, pero ni un segundo sin esperanza.  Y el famoso dicho popular que “la esperanza es lo último que se pierde”. Con esto también hice la conexión de la situación de miles y miles de Colombianos que se mueren esperando que les llegue una miserable pensión y otros que llevan decenas de años esperando que se resuelva una demanda contra el Seguro Social o ahora Colpensiones por una pensión mal liquidada, mientras que las pensiones millonarias, logradas a punta de trampas (como lo  hemos visto en los medios de comunicación)  si llegan rápidamente.  Es decir, las cosas en este aspecto se mantienen iguales.
García Márquez, como siempre  hace despliegue de su gran maestría como escritor  en esta novela.

Sara Inés Gómez B.

INVITACIÓN OCTAVA TERTULIA LITERARIA.


martes, 11 de septiembre de 2012

MARÍA POR SARA INÉS GÓMEZ


María
Jorge Isaacs

Leer la novela María de Jorge Isaac fue una experiencia muy gratificante pues aunque la había leído en mi época de colegiala, cuando era adolescente, encontré en ella cosas nuevas (lo que siempre ocurre cuando se vuelve a leer algo o a escuchar una pieza musical) y la leí  con los ojos que tengo en esta etapa de mi vida cuando ya he vivido muchas de las experiencias  vitales que he ido acumulando en mi caminar por la vida y por varios lugares.
María es una de las novelas más representativas del llamado Romanticismo y también del Costumbrismo.
Me situé en el contexto de la época en que Isaacs escribió María y me deleité con las descripciones de las costumbres en casa de la familia de  Efraín, la finura de los modales, el trato amable y respetuoso entre ellos y hacia los padres; así como el trato amable para con los sirvientes (palabra que no me gusta mucho, pero en esa época era la usual); el pudor y recato en la forma de vestir de las mujeres, la riqueza del lenguaje no verbal (miradas, silencios, corporalidad, uso de las flores) y una sensualidad ligeramente manifiesta en el lenguaje no verbal.
La relación amorosa entre Efraín y María me llevó a hacer conexiones con muchos aspectos de la educación sentimental  y con la forma como han venido cambiando estas relaciones. El papel de la mujer, dedicada a las labores de bordado y una actitud de sumisión  frente al hombre. Sentí nostalgia porque prácticamente desparecieron las cartas de amor desde que se empezaron a usar los correos electrónicos. Era delicioso asomarme a la puerta o a la ventana de mi casa cuando llegaba el cartero y yo esperaba que viniera alguna carta para mí. Ahora, por lo general solo me llegan folletos de  propaganda y  facturas. También esto me llevó a pensar en que hoy en día muchos profesionales no saben ni siquiera escribir correctamente y mucho menos una carta. El uso del “blackberry” y  “twitter” ha llevado a que la gente escriba en forma mucho más reducida que los telegramas y éstos también han desparecido, aunque las direcciones de internet en algo se pueden parecer a las firmas telegráficas que se usaban. El tiempo que transcurría entre la carta que se enviaba y su respuesta hacía que la vida tuviera unas esperas llenas de emociones expectantes. Ahora todo ocurre simultáneamente y la velocidad es impactante. Creo que “el lenguaje crea la realidad” (como lo afirmó el gran Ludwig Wittgenstein) y por eso la riqueza de nuestro mundo corresponde a la riqueza de nuestro lenguaje.  La pobreza léxica de tantas personas me explica a mí la estrechez de sus miradas y la pobreza de sus mundos.
Me encantaron las descripciones de escenas de caza (la del tigre es maravillosa), aún cuando no me gusta el exterminio de muchos  animales por la caza. Las descripciones detalladas  de los matrimonios, de  los viajes de Efraín y en especial el del regreso de Londres cuando le avisaron que María estaba muy enferma son excelentes. Sufrí  con él las peripecias para poder llegar y sentí angustia de que  pasaban los días y él no llegaba aún  a Cali.
El relato de la historia  de Nay (Feliciana) y Sinar me gustó mucho y es esa otra voz (en esta caso la del África negra) que siempre aparece en una historia, como afirma el gran filósofo y músico palestino Edward Said. Otra cosa que  me gustó fue la  descripción de las relaciones comerciales de la época, en donde el “trueque” era muy común. La descripción de la naturaleza y del paisaje del Valle del Cauca es majestuosa.
Algo que también me llamó la atención por lo extraño que sería hoy en día, es la forma que utiliza Isaacs de escribir posponiendo el pronombre (púsele, servíamos, etc..). Su riqueza léxica es enorme y la utilización de términos y expresiones que ya no se escuchan es sorprendente. Me ayudó mucho el diccionario que trae el libro al final.
Finalmente, leer María fue para mí sumergirme en un mundo de sensualidad, de paz, en otra realidad muy distinta de la cotidiana en nuestro país. Quedo profundamente conmovida con la maestría de Jorge Isaac y me parece muy afortunado que le hayan hecho el homenaje de colocarlo en el billete de 50 mil pesos.
Me quedo con la pregunta ¿qué sentido tendría para un joven de hoy, leer María?
Acompaño estos comentarios de unas fotos de Jorge Isaacs, de la hacienda El Paraíso y del monumento a Isaacs en Cali.

Sara Inés Gómez B.





domingo, 2 de septiembre de 2012

En los 85 años de García Márquez, Gossaín rescata historias inéditas


¿Cuánta plata tiene 'Gabo'? Juan Gossaín reconstruye la curiosa relación del Nobel con el dinero.

Hace veinte años, la pregunta que más le hacían a un colombiano, cuando se encontraba con sus amigos en cualquier parte del mundo, era esta: "¿Cómo es Gabriel García Márquez?". Los tiempos han cambiado. La tabla de valores también. Ahora lo detienen a uno en las esquinas para preguntarle: "¿Cuánta plata tiene García Márquez?".
La gente suele pensar que el dinero es una manera de medir el éxito de un hombre. Habría que preguntárselo a Dostoievski, que murió en la miseria. Lo cierto es que, cada vez que alguien me habla de ese tema, debo reconocer que no tengo la menor idea. Ni me importa. Esos vericuetos no son de mi incumbencia.
Como si fuera poco, he tenido la fundada sospecha de que García Márquez sabe escribir pero no sabe sumar. Jamás le he visto un billete en la mano. Ni una billetera. Su mujer es la que ha manejado siempre los asuntos financieros de la casa.
-Desde el primer día -me confesó una vez el novelista- comprendí que Mercedes es mujer y árabe: son los únicos seres humanos que saben para qué es la plata. 
Cuando se encerró a escribir Cien años de soledad, ella le hizo una advertencia terminante:
-Tú no estás aquí para preocuparte por plata. Tú dedícate a escribir, que del resto me encargo yo.
Mucho tiempo después, su marido reconocería que nunca supo cómo hizo ella para mantener la casa en pie mientras él pasaba seis meses sin empleo, encerrado, peleando a trompadas con las palabras.
La libreta de ahorros
Tras los interminables años de penurias, en los cuales siguió sembrando letras a pesar de las emboscadas que el hambre le tendía a cada paso, por fin llegó el día de recoger la cosecha. 
Al comenzar la década del 70 sus obras se agotaban en los arrozales chinos o en las librerías de Nueva York. Lo primero que hizo fue abrir una cuenta corriente, a nombre de Mercedes, en un banco de Los Ángeles. Dio la orden de que solamente le consignaran en ella las cifras redondas, ya que los centavos los trasladaba a una cuenta secreta que abrió en México, a su propio nombre. Puso a Mercedes como beneficiaria. 
Escondió la libreta de ahorros debajo del colchón, para que ella no descubriera que tenía una plata de consumo personal, que se gastaba a escondidas, tomando una botella de vino con los amigos. 
Hasta el día en que abrió el periódico de la mañana. Allí estaba, en primera página, la noticia terrible: el banco mexicano se había quebrado.
Entonces empezaron las angustias del arrepentido. No podía dormir. Sudaba frío. Le remordía la conciencia. Sentía que los dioses lo habían castigado por engañar a su esposa. Hasta que no aguantó más y se dispuso a revelarle la verdad completa. Cerró el periódico, la llamó a la cocina y la hizo entrar al dormitorio.
-Tengo que hablar contigo -le dijo, al borde del llanto, mientras se sentaban en la misma cama donde había escondido la libreta. 
Balbuceando, enredado en sus propias palabras, trató de contarle una historia coherente. Le pidió perdón en todos los idiomas. Hasta que Mercedes le interrumpió el parloteo. 
-Para ahí -le dijo-. Para. Si me estás hablando de una libreta de ahorros que estaba debajo del colchón, yo la saqué el mes pasado y retiré toda la plata.
Su marido sintió que el alma le volvía al cuerpo. Se puso de rodillas y le prometió que nunca más le ocultaría un centavo.
Un cuento de hadas 
A pesar de los ríos de tinta que han corrido esta semana, al celebrarse los 85 años de su nacimiento, hasta el día de hoy nadie ha relatado lo que ocurrió con el episodio de la maleta llena de plata. Corría el año de 1965. En esa época el futuro ganador del Nobel se rebuscaba la vida trabajando en una agencia de publicidad. Vivía en Ciudad de México con Mercedes y sus hijos, Gonzalo y Rodrigo, que eran unos niños.
Se acercaban las fiestas navideñas y la familia estaba sin un centavo. Casi tan pobres como en los tiempos en que el escritor cantaba vallenatos a grito pelado en los trenes de París, para que los pasajeros le regalaran unas monedas compasivas, mientras terminaba de escribir una novela titulada Este pueblo de mierda. 
Se la mandó a su amigo Guillermo Angulo, que estaba en Bogotá, para que la presentara a competir en el concurso Esso de Novela. 
Los jueces la escogieron ganadora, pero el padre Félix Restrepo, académico de la Lengua que presidía el jurado, dijo que se negaba rotundamente a premiar un libro con semejante título. Llamaron a Angulo, que se dedicó a buscarlo de urgencia, hasta que lo localizó en un hotelito francés de mala muerte y le contó el problema en que estaban metidos.
Gabo le contestó que le pusieran el nombre que más les gustara.
-Yo lo único que quiero son los dolaritos del premio -le dijo-. Los necesito tanto... 
Fue el mismo Angulo quien le puso La mala hora. Siempre he creído que el título es lo mejor de esa novela.
Epílogo con maleta
Pasaron como quince años desde entonces. Volvamos a aquella Navidad de 1965 en México.
-Este año no habrá regalos -les anunció el padre, con el corazón en la mano.
Gonzalo, que esperaba una bicicleta de aguinaldo, y algo de ropa, se puso a llorar.
-Pero un día de estos -prosiguió Gabo- llegará a casa un señor con una maleta llena de plata que nos sacará de problemas. No lo olviden.
-Tú pareces escritor, papá -lo regañó Rodrigo-. Las bolsas de plata solo existen en los cuentos de hadas.
-Así es -respondió él-. Nuestra vida será un cuento de hadas.
Dos años después, en marzo del 67, se publicó Cien años de soledad, con su estruendo de terremoto en el mundo entero. El 23 de diciembre estaban en Barcelona y Gabo recibió una llamada telefónica del banco donde había abierto una cuenta.
-Le está llegando dinero de todas partes -le dijo el gerente-. Sus derechos de autor.
Sin pensarlo mucho, y sin preguntar siquiera cuánto era el saldo, le pidió un favor.
-Convierta todo eso en pesetas, haga comprar de cuenta mía una maleta grande, meta en ella todo el dinero y mañana por la noche la manda a mi casa.
El banquero se quedó en silencio. "Estos escritores son muy extraños", debió pensar. "Y sudamericanos, además".
Al día siguiente, mientras la familia se hallaba reunida para la cena navideña, un mensajero del banco, disfrazado de Papá Noel, llamó a la puerta. Lo hicieron pasar. Puso la maleta en una silla.
-Ábrala -le pidió Gabo.
Mercedes ocupaba la cabecera. Los niños miraban la escena con curiosidad, pero sin entender qué era lo que pasaba. Los fajos de billetes formaban unos montoncitos atados con cintas de caucho. Gabo despidió al mensajero con una propina. Entonces puso una cara de solemnidad, fingió que era un mago que hacía un truco, y exclamó:
-Yo se los dije: un día de estos llegará a la casa una maleta llena de plata.
Rodrigo recordó de inmediato la historia que había ocurrido dos años atrás, en aquella Navidad de pobres, y se levantó de su silla. 
Dando un rodeo por la mesa, fue adonde estaba su padre y le dio un beso en la frente.
-Papá -le dijo-, tú eres nuestro cuento de hadas.

Juan Gossaín
Especial para EL TIEMPO 

http://www.eltiempo.com/cultura/libros/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-11320141.html
Enviado para publicar por Sara Inés Gómez

lunes, 20 de agosto de 2012

CIEN AÑOS DE SOLEDAD. INVITADO TERTULIA LITERARIA DE SEPTIEMBRE


PRÓXIMA TERTULIA LITERARIA. MIÉRCOLES 12 DE SEPTIEMBRE


AGRADECIMIENTO


Querida Helena:
Muchas gracias por haberme invitado a participar en la tertulia literaria. Quiero también agradecer al Colombo Americano por facilitar el espacio para que ésta sea posible. Para mi ha sido muy agradable y enriquecedor esto porque me ha permitido ampliar mi visión del mundo, relacionarme con personas interesantes y amar mucho mas la literatura. De cada persona he aprendido algo. He podido leer con una mirada nueva a los autores que ya conocía y conocer a otros.  De cada reunión salgo sintiendo que soy mejor ser humano gracias a la experiencia vivida. El diágolo que allí se facilita nos enseña a respetar el punto de vista del otro y a aceptar las diferencias, tan necesarias para construir una sociedad en paz.
Un abrazo,
Sara Inés Gómez B.

jueves, 9 de agosto de 2012

Erik Satie - Gymnopédie No.1


Esta melodía era la preferida de Germán Espinosa. Supervive en sus notas el maestro colombiano, autor de una obra literaria cada vez más sólida y grata conforme pasa el tiempo que todo roe –el tiempo: del que la música es su misteriosa forma–. Espinosa solía escuchar esta melodía de Satie contemplando la extensión urbana de Bogotá desde su apartamento situado en las faldas de los cerros tutelares, a la hora del crepúsculo. Al pedir atención a sus invitados para palpar el sutilísimo ritmo de Satie, en efecto, las cosas del mundo parecían cobrar un tono cobrizo, mágico.

PARA VER


¿Cuál ha sido el último libro que has leído y no puedes quitarte de la cabeza?

domingo, 15 de julio de 2012

PARA VER

"Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran." André Gide.